Ubicación. El Espacio Salto de Roldán es un centro de interpretación situado en una antiguo campo de olivos perteneciente a la localidad de Sabayés junto a la ermita de la Virgen del Patrocinio. Se eligió esta localización por estar en una situación elevada, junto al cruce de la carretera que nos lleva al Salto de Roldán y por su céntrica posición entre la mayoría de núcleos del municipio.
Presenta una ligera pendiente hacia el sur y, desde el mismo se avistan no sólo los núcleos de Sabayés , Arascués y Santa Eulalia, sino también el monte Picón, el Tiacuto, Gratal, la Hoya de Huesca y, por supuesto, el Salto del Roldán.
Por tanto, no sólo las vistas directas sobre el entorno hacen de este emplazamiento el enclave idóneo sino, principalmente la sensación de estar en el centro vital del municipio, vinculado al llano pero también a la sierra. Pese a la dimensión del territorio del que estamos hablando nadie tuvo ninguna duda de lo acertado del solar elegido.
El Edificio. El edificio se construyó en 2012 y es una obra del arquitecto Sixto Marín, persona vinculada con el entorno y amante del territorio. Ese mismo año esta obra ganó el premio García Mercadal de arquitectura.
Nuestro centro de interpretación se plantea como un volumen similar al de la ermita mientras, el tamaño de los huecos y el gunitado con hormigón tintado de todas las caras lo convierten, frente a esta, en un volumen abstracto, una roca desprendida del Santo del Roldan a la que el paso del tiempo y la acción del hombre han dado forma. De este modo, el diálogo volumétrico con la ermita y matérico con el territorio le permiten relacionarse a todos los niveles con su entorno.
Los materiales elegidos, como el hormigón tintado gunitado o el acero cortén, establecen un segundo nivel de relación con el paisaje, en tanto en cuanto su cambio con el paso del tiempo será muy pronto evidente. Las diferentes orientaciones o exposición a los fenómenos meteorológicos dibujarán un edificio cambiante y lleno de matices.
El interior se presenta como un espacio único en el que la geometría de los planos de techo se ajusta para componer un gran lucernario, en el que los planos no llegan a tocar las paredes. El encuentro del mismo con los planos verticales se articula a través de líneas de iluminación artificial.
En la parte baja, en un paño de pared vertical continua hasta la cota 2,40, se reserva la superficie para los contenidos expositivos, las aperturas al exterior o las cajas de madera encargadas de alojar el aseo, armarios o instalaciones. Así, al desmaterializar el conjunto de los planos del techo y concentrar los espacios expositivos en la base de las paredes, se pretende concentrar la atención sobre los contenidos, ensalzando la iluminación natural y, sobre todo, enriqueciendo la experiencia espacial del visitante.
Las cuatro aperturas que perforan y emergen de la piel rocosa de hormigón se conciben como cajas de corten a modo de umbrales, balcón o lucernario, en función de la orientación que les corresponda. El diálogo del interior del edificio con su entorno se producirá por tanto de maneras muy distintas, a través de la luz, las vistas o los recorridos activos.
Contenidos. Actualmente el Espacio Salto de Roldán cuenta con una exposición permanente dirigida por el divulgador Miguel Ortega que podemos dividir en tres partes:
La percepción: nos explica mediante paneles y modelos interactivos cómo percibimos las plantas a través de los sentidos
Las plantas y la información: trata la interacción de las plantas con los animales, cómo les afecta el clima y cómo cambian a través del tiempo.
El territorio: esta parte de la exposición nos habla del paisaje humanizado y explica el impacto de la agricultura y la ganadería en el entorno. Por otro lado nos habla de los siete núcleos urbanos que tiene el municipio de Nueno y finalmente se centra en el Salto de Roldán destacando su importancia histórica y su valor patrimonial y cultural.
También contamos con otras dos exposiciones itinerantes, la primera es una exposición de fotografía de naturaleza del fotógrafo Toño Sánchez con unas imágenes espectaculares de aves, mamíferos y paisajes. La segunda es una pequeña muestra de la exposición “Arbóreo” (que ha viajado por toda España exponiendo en lugares tan importantes como el Museo de Ciencias Naturales de Madrid) que habla de la información que nos dan los árboles a través de los anillos de crecimiento.
Presenta una ligera pendiente hacia el sur y, desde el mismo se avistan no sólo los núcleos de Sabayés , Arascués y Santa Eulalia, sino también el monte Picón, el Tiacuto, Gratal, la Hoya de Huesca y, por supuesto, el Salto del Roldán.
Por tanto, no sólo las vistas directas sobre el entorno hacen de este emplazamiento el enclave idóneo sino, principalmente la sensación de estar en el centro vital del municipio, vinculado al llano pero también a la sierra. Pese a la dimensión del territorio del que estamos hablando nadie tuvo ninguna duda de lo acertado del solar elegido.